Jesús Zamora García
Proletario: trazos sobre el periódico revolucionario de la Unión del Pueblo
El capítulo habla sobre la edición del periódico clandestino “Proletario”, órgano de difusión de la organización guerrillera Unión del Pueblo (UP), que operó en la ciudad de Guadalajara en los años que fueron de 1972 a 1978. Al igual que la Liga Comunista 23 de Septiembre con su periódico “Madera”, la UP intentó crear un instrumento de comunicación que le permitirá entrar en contacto con su militancia y con posibles simpatizantes. Es dentro de las páginas de este tipo de documentos que encontramos los escritos del máximo dirigente de la organización en Guadalajara, Héctor Eladio Hernández Castillo, quien lo mismo hará una serie de críticas a las tendencias caudillistas de las cúpulas político militares de la guerrilla en el México de los años 70´s, como a las fallidas estrategias de sabotaje utilizadas por su propia organización. En general, este libro recoge las experiencias comunicativas de una serie de grupos que desde la clandestinidad trataron de difundir sus proyectos políticos, ideológicos y militares.
Proximidades: La identidad del guerrillero en Guadalajara
En este capítulo, el autor intentó hacer una reflexión sobre el proceso de la construcción de la autoimagen del guerrillero en la ciudad de Guadalajara en un arco de tiempo que va del año de 1970 al 2013. Desde una perspectiva evolutiva centrada en la forma en que el militante de alguno de los grupos armados que operaron el Jalisco durante los años de la Guerra Sucia, encontramos que luego de la fase de las confrontaciones entre guerrilleros y el Estado mexicano, situada en los años que fueron de 1973 a 1982, ocurrió una fase en la que generalmente los ex militantes de la lucha armada se sumergieron en el anonimato, mismo del cual empezaron a re aparecer para contar sus memorias aproximadamente a inicios de los años que van del 82 al 84, esto a partir de dos libros que de manera literaria, abordan las experiencias de la guerrilla. Los libros son “Las Causas” de Alberto Nuñez Jara ex militante de la Unión del Pueblo, y “Dientes de Perro”, de Ramón Gil Olivo, ex militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre. A partir de esa etapa germinal de reencuentro, inicia un proceso de difusión y re aparición de decenas de ex militantes que forman grupos de estudios, participan en investigaciones académicas, o se convierten en escritores llevando el tema de la guerrilla a campos de visibilidad que permitieron que al día de hoy, dicho tema sea mucho más conocido.
Los guerrilleros de Oblatos
En este libro se aborda la vida que llevaron al interior de la Penitenciaria de Oblatos los líderes y militantes de las organizaciones guerrilleras que operaron en la ciudad. Esto en el lapso que fue de 1973 a 1978 en que se decretó la Amnistía para los grupos armados durante el gobierno de José López Portillo. Personajes como Enrique Pérez Mora “El Tenebras”, Bertha Lilia Gutiérrez Campos “La Tita” de la Liga Comunista 23 de Septiembre, los hermanos Alfredo, Juventino y Ramón Campaña López de las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo o Héctor Eladio Hernández Castillo y los hermanos Manuel y Amador García Moreno de la Unión del Pueblo, coincidieron dentro de esta cárcel, y desde ahí, a pesar de haber sido reducidos a un departamento especial para presos políticos conocido como “El Rastro”, continuaron con sus actividades conspirativas desde la clandestinidad. Dentro del estudio de este tipo de presos, el libro analiza también las estrategias carcelarias del Estado mexicano para utilizar el sistema carcelario como un instrumento de coerción, de ahí que la reflexión de este texto haya recurrido a la teoría del panóptico de Michel Foucault para comprender a fondo, la manera en que, dentro de las cárceles, se institucionaliza la violencia contra la disidencia política.
Ciudad de fuegos: La Unión del Pueblo en Guadalajara
En las décadas de los años setenta y ochenta, la ciudad de Guadalajara fue el núcleo más importante en la formación de los grupos guerrilleros que combatirían contra el Estado mexicano en lo que se conoce históricamente como el fenómeno de la Guerra Sucia. La Unión del Pueblo (UP) fue un grupo político militar concebido en la ciudad de Oaxaca a finales de los años sesenta, pero que tuvo en Guadalajara la materialización más efectiva de su proyecto revolucionaria bajo la dirigencia de Héctor Eladio Hernández Castillo. En el presente libro se establece una análisis teórico y empírico sobre la formación de esta agrupación y de la manera en que sus acciones impactaron en el desarrollo conjunto de la insurrección pro-socialista de la ciudad, esto al lado de organizaciones como las Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo (FRAP) y la Liga Comunista 23 de Septiembre. La reconstrucción histórica de la UP en Guadalajara nos permite comprender en cierta medida, el carácter evolutivo de otros grupos como el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP) en los años 80’s, la creación del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en los años 90´s y el surgimiento del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) en nuestros días, los cuales tuvieron su origen en la Unión del Pueblo.
La Unión del Pueblo en Guadalajara (1972-1978)
El autor hace un análisis sobre las posturas políticas y militares de la organización guerrillera la “Unión del Pueblo”, un grupo que operó en Guadalajara desde el año 1972 a 1978. A esta organización se le conoció despectivamente como “los bomberos”, debido a que dentro de su labor incluyó el sabotaje como recurso de ataque a las instituciones gubernamentales y empresas privadas. En realidad, estas formas de lucha contaban con un fundamento ideológico más allá del impactismo generado por los edificios incendiados. La noche y madrugada del 12 al 13 de septiembre de 1977, la actividad de la UP derivó en la detonación de más de 15 artefactos explosivos en el centro de la ciudad, convirtiendo esa noche, en un caos pocas veces visto. Dentro del argot planteado por el marxismo-leninismo, a ese tipo de estrategia se le conoce como “Acciones de Estudio Táctico”. Es este tipo de experiencias extremistas, las que se estructuran históricamente en este libro.
Otoño del 82, la guerra contra las pandillas
En este capítulo, se habla sobre el momento en que las autoridades políticas y policiacas de la ciudad generaron una estrategia de ataque a gran escala para contener el -para ese año de 1982- desbordado fenómeno de las pandillas. La mayoría de estas micro organizaciones, estaban desplegadas en los sectores reforma y libertad, así como en los municipios de Zapopan y Tonalá. Títulos barriales como “Los Pelamuertos”, Los Pazuzus”, “Vagos”, “Forasteros”, “Martires” o “Los Zorrillos Locos” entre otras decenas de pandillas más, fueron tan solo algunos de los objetivos a identificar u encarcelar por parte de las autoridades. Lejos de la criminalización de un sector de la juventud marginada de esa época, los integrantes de estas agrupaciones representaron dentro del contexto de sus organismos, formas de resistencias culturales, mismas que con los años se vio, requirieron otro tipo de tratamiento.
Los Vikingos: Una historia de lucha política y social
Jesús Zamora García y Rodolfo Gamiño Muñoz
Los Vikingos fueron un grupo de jóvenes de la colonia San Andrés del Sector Libertad, que durante los años sesenta y setenta lograron establecer un fuerte posicionamiento al interior de la vida estudiantil de la Universidad de Guadalajara. Algunos de los integrantes de esta pandilla, poco a poco se fueron vinculando a la vida política de la ciudad, esto al formar el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), organismo que le disputaría el control del estudiantado tapatío a la poderosa y gobiernista Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG). La batalla que se libró entre ambos organismos en el lapso que fue de 1970 a 1973, orilló a los militantes del FER a optar por el clandestinaje, por la vida conspirativa, esto al adherirse al proyecto nacional de la Liga Comunista 23 de Septiembre para derrocar al gobierno de la República mediante la vía armada y con ello, tratar de instaurar en México un gobierno de corte socialista.
La Penal de Oblatos: Historias Siniestras de vida y muerte
En este libro se cuenta la historia de la Colonia Penitenciaria de Oblatos, desde el año de su fundación (1932), hasta el de su demolición en 1982. La fortaleza de Oblatos, fue conocida popularmente como “La Penal”, y estuvo enclavada en el corazón del oriente de la ciudad de Guadalajara, en los terrenos del antiguamente conocido Sector Libertad. Desde su construcción, La Penal se constituyó en un geosímbolo de la violencia, esto debido a las continuas confrontaciones entre presos que se suscitaban en su interior. Y es que un espacio que fue pensado para una población de 800 personas albergó en sus peores momentos a más de 2,500 reos. En términos estructurales, este libro sobre La Penal, nos permite hacer una reflexión sobre la forma en que en Guadalajara se aplicó el modelo arquitectónico conocido como El Panóptico, mismo al que Michel Foucault analiza en su libro “Vigilar y castigar”.
La calle y sus espíritus. Análisis histórico de dos comunidades juveniles en la Guadalajara de los setenta y ochenta: los tonchos y los soleros
La calle y sus espíritus es un libro que nos cuenta la historia de dos grupos de rock en la Guadalajara de los años 70´s y 80’s. Dichos conjuntos fueron “La Solemnidad” del barrio de San Andrés y “Toncho Pilatos” del barrio de Analco. Fue en torno a estas dos agrupaciones que se concentran a manera de un culto subcultural, cientos de jóvenes mujeres y hombres, la mayoría de ellos pertenecientes a muchas de las innumerables pandillas que, para ese tiempo, dominaban en los sectores populares la ciudad. Es a partir de la descripción de las vivencias rescatadas mediante el testimonio de “Tonchos” y “Soleros”, que se intentó hacer un análisis histórico/antropológico sobre las múltiples formas de control social tendientes a la estigmatización y criminalización de las actividades juveniles en la Guadalajara setenta y ochentera. El 6 octubre de 1982, el gobierno del estado de Jalisco inició en la capital, la denominada “Guerra contra las pandillas”, desatando con ello la vigilancia, persecución y encarcelamiento a gran escala de cientos de jóvenes, muchos de ellos seguidores de “La Sole” y de “Toncho”, obligando a las jefaturas de las agrupaciones juveniles, a generar estrategias de resistencia subcultural que fueron desde la formación de clubes, a la creación de un circuito de casinos para las presentaciones de bandas rockeras en la ciudad. Esto para tratar de superar en cierta medida, el embate hegemonizante de un Estado que no estaba interesado en descifrar el enigma que representó durante décadas esta forma de fenómenos sociales.