El andar a pasos lentos en el largo camino hacia la igualdad sustantiva en el Congreso de Jalisco
En México en el ámbito legislativo, tras la reforma política en 2014 a la ley electoral de paridad, hombres y mujeres quedaron como iguales en el papel. Un año después, en las elecciones federales, se registró el mayor número de mujeres de la historia presentes en la Cámara de Diputados y Senado de la República, El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación informaba que 213 de los 500 diputados fueron mujeres, así como, 42 de los 128 senadores.
Sin duda, la reforma estableció un precedente en el escenario legislativo de México para la inclusión de las mujeres a los puestos de toma de decisiones. Sin embargo, ¿realmente la paridad numérica nos ha llevado a una igualdad?
Precisamente esa fue la pregunta detonante que llevó a los investigadores Elizabeth Prado Pérez y Jorge Rocha Quintero, ambos miembros del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del ITESO, a realizar un estudio comparativo dentro del Congreso de Jalisco. El propósito de la investigación fue contrastar el crecimiento en el número diputadas en la LXI Legislatura (2015-2018) con las condiciones imperantes en torno a la igualdad sustantiva.
Entre los primeros datos cuantitativos encontrados fue cómo el Congreso local pasó de tener ocho diputadas (de un total de 39), durante la Legislatura previa a la reforma (2012-2015), a 18 en la Legislatura siguiente (2015-2018). Es decir, las mujeres lograron ocupar el 46 por ciento de curules frente al 54 por ciento de hombres, llegando a representar casi una paridad numérica nunca antes vista.