La pesadilla de una travesía: Las violencias que acompañan a menores migrantes del Triángulo Norte hacia México
Por mucho tiempo se creyó que la pobreza era la principal causa de la migración procedente de los países que conforman el Triángulo Norte Centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador), pero desde hace algunos años, la evidencia apunta consistentemente a la creciente violencia en la región como la causa primaria de la migración en general, y de la migración de menores en particular. La violencia perpetrada por las pandillas y los grupos organizados en torno al tráfico de drogas, así como la violencia que se produce desde el Estado, ha producido altas tasas de homicidio, reclutamiento forzado, intimidación, desapariciones y desplazamientos que ha ubicado a la región en algunos periodos como la más violenta del mundo. En este contexto, para muchos menores migrar es la única forma de salvar la vida, aunque la travesía también imponga enormes riesgos. Este artículo identifica las violencias que acompañan a los menores procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala que se ven forzados a abandonar sus países, desde la violencia criminal que origina su desplazamiento y está presente en su trayecto, hasta la violencia institucional que enfrentan al ser detenidos por las autoridades migratorias mexicanas. Se usa el método documental a través de la revisión de encuestas aplicadas a menores para identificar el vínculo entre violencia y migración forzada (Kennedy 2014; Jones and Podkul 2012; ACNUR 2014; Human Rights Watch 2016); y se revisan también reportes e indicadores que dan cuenta de la violencia en la región, en particular el índice de homicidios violentos (OMS 2002). Se concluye que en los países del TNCA existe un entramado de violencias perpetrada por diferentes actores, producida y reproducida por otros más, que ha generado la migración forzada de miles de menores que requieren de protección internacional y serían elegibles para el reconocimiento del estatus de refugiado, lo que por diversas razones, México y Estados Unidos como países receptores, parecen ser renuentes a otorgar.