Militarización, la nueva normalidad
En diciembre de 2006, el entonces recién nombrado presidente de la República, Felipe Calderón, quien, por cierto, tuvo que entrar a escondidas a la sede de la Cámara de Diputados a rendir protesta, dio inicio a la guerra contra el narcotráfico, sin tener evidencias de ningún tipo que justificaran dicha acción.
Algunas personas criticamos públicamente la decisión debido a que preveíamos que traería como consecuencia un enorme incremento de la violencia en México, lo cual efectivamente ocurrió, como era de esperarse, pues la falta de información y de estrategia provocó la fracción de los grandes cárteles de la droga que coexistían más o menos pacíficamente, cada uno con su territorio y especializado en un tipo de droga en particular, en un enorme conjunto de pequeños cárteles que comenzaron a competir violentamente entre sí.